Ferrari F12 Berlinetta
El F12 es el más potente de los Ferrari de la historia y mantiene el patrimonio de los V12 junto a su sorprendente hermano mayor, el FF. El propulsor es una auténtica catedral de aluminio de 6,2 litros, atmosférico. Deriva del utilizado en el FF aunque dispone de 80 CV más conseguidos a base de mejorar la gestión de la combustión y de retocar la electrónica de gestión. El imponente V12 va situado lo más bajo y más retrasado posible. El motor va acoplado a una caja de cambios que también deriva de la estrenada por el FF. Respecto a este último, cambia la gestión electrónica para conseguir una mayor rapidez en los cambios. Otra diferencia con respecto al FF es la séptima velocidad. La deducción rápida es que el F12 superaría sin excesivos problemas los 350 de punta. La clave para conseguir agilidad en un coche de motor delantero es retrasarlo y centrarlo al máximo para rebajar el centro de gravedad y aligerar todo aquello que envuelve al propulsor. Todo esto, Ferrari lo ha conseguido.
Rebajar la altura a la que se ha dispuesto el motor tiene beneficios
colaterales. Puede rebajarse el capó y el parabrisas, puede sentarse a
los ocupantes más cerca del suelo y, con todo ello, rebajar la altura y el centro de gravedad. La marca asegura que ha aligerado el coche 70 kilos en relación al Fiorano.
Además de una pequeña reducción en el peso del motor, el resto se debe a
la estructura, con materiales más ligeros y en
algunos puntos más finos, algo que ha sido posible gracias a nuevos procesos de soldadura en frío y al uso de adhesivos de alta capacidad en lugar de soldadura tradicional. Estamos por tanto ante un coche más ligero, más potente (la relación es sencillamente brutal) y más aerodinámico.
El "aero bridge" dirige el aire del capó hacia la parte baja de las puertas.El
"aero bridge" es un conducto que nace en el capó y envía el aire ordenadamente hacia los flancos de las puertas a través de una pieza
sobre las aletas. La mejor aerodinámica, además de incidir en la
velocidad tiene una interesante consecuencia colateral. El F12 gasta un 30% menos que el Fiorano y anuncia 15 litros a los 100 de media, un resultado que no está mal teniendo en cuenta las prestaciones del coche. Ferrari anuncia una punta de 340 km/h. y una aceleración de 0 a 100 en 3,1 segundos y de 0 a 200 en 8,2. Para terminar con la técnica, debéis saber que el F12 dispone de la última evolución del e-diff, el diferencial que
modifica la dureza de la amortiguación y los frenos carbonocerámicos.
Los asientos son perfectos, con múltiples regulaciones eléctricas y
el salpicadero tiene un sorprendente diseño al que hay que habituarse.
Lo primero que sorprende es la ausencia de palanca de cambios y los pocos mandos situados en la fina consola dónde sólo encontramos tres botones para las funciones de marcha atrás, launch control y funcionamiento automático del cambio, y los mandos del climatizador. El resto de botones y mandos se han concentrado en el volante y en dos satélites situados a ambos lados del mismo. Sorprende la finura de la consola central, desprovista de palanca de cambios y de mandos.El coche se pone en marcha mediante un botón en el volante y se cambia de marcha en modo manual mediante las levas
situadas en la columna de dirección. Si queremos que sea el coche el
que decida, podemos presionar el botón Auto y para insertar la marcha
atrás basta también con accionar el botón R, eso sí, con el freno
accionado.
En el volante encontramos también los mandos de los intermitentes, los de los limpiaparabrisas, el botón para configurar la suspensión en modo "carreteras con baches", el de paso a luces largas e incluso los del claxon, que caen justo dónde solemos apoyar el pulgar de ambas manos. Finalmente, en el volante tenemos también el "manettino", un selector del modo de conducción claramente inspirado en los mandos de los volantes de Fórmula 1. Mediante el "manetino" podemos elegir entre tres modos de funcionamiento de los diferentes elementos parametrizados del coche; el modo wet para carreteras mojadas o deslizantes, el modo Sport, que es el que se define por defecto y el Race, para conducir en pista. Además, también podemos desconectar el control de tracción y el de estabilidad.
La mayoría de funciones del coche se operan sin apartar las manos del volante.A ambos lados del volante hay unos mandos satélites que gestionan diferentes funciones y cuya acción controlamos en dos pantallas TFT situadas a ambos lados del instrumento principal. La de la derecha y su grupo de mandos nos permite manipular el navegador, el ordenador de a bordo y el equipo de audio. Frenta al conductor, en el instrumento principal, un cuentarrevoluciones graduado hasta 10.000 rpm. El grupo de mandos de la izquierda gestionan el set-up del coche
y permiten modificar los diferentes elementos mecánicos y electrónicos y
establecer una velocidad límite de paso por pit lane, muy útil en
tandas en circuito. Se puede actuar sobre el control de tracción, el de
estabilidad, el ABS, la suspensión electromagnética, la programación del
diferencial electrónico y el cambio. Todo lo vemos en la pantalla de la izquierda. Los elementos electrónicos tienen diferentes umbrales de actuación
(dejan deslizar más o menos las ruedas y cortan antes o después la
entrega del motor caudno el coche patina) mientras que la suspensión
tiene diferentes niveles de dureza y el cambio va más rápido en su
funcionamiento. Al respecto cabe decir que la velocidad del cambio no va
de lenta a rápida sino de rapidísima a estratosférica.
Vale 309.437 euros sin opciones.
Lleva airbags frontales y laterales, asistente de aparcamiento, control
de velocidad, faros de xenón, climatizador, tapicería de cuero,
navegador, equipo de audio con Bluetooth y USB y llantas de 20". La lista de opcionales es amplia y a precios desorbitados. Incluye tanto elementos estéticos (otros dos diseños de llantas, inserciones de fibra de carbono, escudos sobre los pasos de rueda, tapicería bicolor, asientos deportivos Daytona, pinzas de freno pintadas...) como de confort (cámara de retrovisión, morro elevable, equipo de sonido premium). E incluso una bolsa de golf personalizada a más de 8.000 euros, el mismo precio que un Panda nuevo. En definitiva, el Ferrari más extraordinario jamás fabricado hasta la fecha
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